Quiénes Somos

L’Esglèsia Evangélica de Premià de Mar nace en Premiá de Mar sobre el año 1957 Y se constituye como Iglesia en 1972 estando inscrita en el Ministerio de justicia con el número de registro 171 y Es miembro de FEREDE ( Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España) desde 1980.

Somos una iglesia de raíces de la Reforma y suscribimos los celebres cinco Solo: 1.- Sola scriptura (“solo por medio de la Escritura”); 2.- Sola fide (“Solo por la fe Dios salva”);3.- Sola gratia (“solo por la gracia”); 4.- Solus Christus o Solo Christo (“solo Cristo” o “solo a través de Cristo”); 5.- Soli Deo gloria (“la gloria solo para Dios”)

Es una Iglesia Cristo céntrica. Jesucristo es el Unigénito de Dios. Él es parte  de la Trinidad porque Dios existe en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es nuestro Salvador, porque nos salvó de nuestra maldad y desobediencia que nos apartan de Dios, por eso él vino a buscarnos y salvarnos. Dios se acercó a nosotros a través de Jesucristo, se hizo hombre por amor a nosotros. Jesucristo vivió sus días en esta tierra en obediencia perfecta a la santa ley de Dios, sin hacer nada contrario a Dios, y así tomó el castigo que merecemos por nuestras vidas rebeldes ante Dios  declarándonos justos ante Dios nuestro Padre. Al resucitar demostró que es perfecto Dios y hombre, y que venció a la muerte, al pecado y ganó nuestra salvación, es decir vivir con Él aquí y en la eternidad. De esta manera, salvó a todo aquel que se arrepienta y confíe en Él.

Una Iglesia  cristiana evangélica, independiente, cuya organización es totalmente democrática.

Como Esglèsia creemos que Jesús es el Hijo de Dios, que murió y resucitó para salvarnos; La salvación no depende de nosotros, no hay nada que podamos hacer o pensar que nos haga ser merecedores de su perdón. Su salvación es un regalo, es por la gracia de Jesús que podemos estar con Él y ser aceptados en la familia de Dios. Ser amado incondicionalmente por Dios nos permite servirle con gratitud y alegría.

Creemos que hay un solo Dios vivo y verdadero, creador y gobernador de todo cuanto existe, visible e invisible. Creemos que Dios es espíritu; que es invisible, inmutable, soberano, personal y eterno; que es perfecto en justicia y santidad, que aborrece el pecado y que no tendrá por inocente al culpable; que es infinito en poder, sabiduría y misericordia; que hace todas las cosas según el designio de su voluntad para su propia gloria.

Creemos que el Espíritu Santo es Dios y habita en nosotros cuando creemos en Cristo. El Espíritu Santo nos permite conocer a Dios a través de la comprensión de la Biblia y su sacrificio en la cruz.

Creemos en la Santa Trinidad; creemos que la Biblia es Palabra de Dios así como nuestra norma de fe y conducta; creemos en la libertad religiosa, y nuestras reuniones, en las que la música y la predicación son parte fundamental, guardan el equilibrio necesario entre la sencillez y la reflexión, el intimismo y la adoración colectiva.

Pertenecemos al conjunto de millones de cristianos y de iglesias que proceden de la Reforma Protestante, y que, ubicados en todo el mundo, creen que la salvación es solamente por la fe en Jesús, la cual se sustenta en las Escrituras y siempre por medio de la Gracia.. L’Esglesia está  adherida a FIEIDE (Federación de Iglesias Evangélicas Independientes de España) desde su fundación en 1957 y  actualmente l’Esgèsia está pastoreada por la pastora ordenada Doña Amparo Montagud Pérez.

Aunque nuestra Església tiene su peculiaridad eclesiológica y doctrinal no nos predicamos a nosotros mismos sino que  predicamos a Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios,  convencidos de que la salvación personal y social solo viene por  Él. 

Qué creemos

Los puntos más distintivos de nuestra fe son los siguientes:

Creemos en Dios, Creador del universo, Padre de nuestro Señor Jesucristo, “El Hijo prometido”.

Creemos que Dios  creó el Cosmos. La tierra y todo lo que en ella existe incluida a la estirpe humana. Su creación fue creada por su amor y a la orden de su voz.

Creemos en Jesucristo, quien es Dios, y se hizo humano para habitar entre nosotros, como uno de nosotros, y dar su vida por nosotros, y es, por su doble naturaleza de Dios verdadero y hombre verdadero, nuestro único mediador entre Dios Padre y los hombres.

Creemos que Dios nos ha amado tanto, a pesar de estar muertos en nuestros delitos y pecados, que nos ha dado  a su Hijo Unigénito Jesucristo, para que todo aquel que cree en Él, no perezca, sino que tenga vida eterna.

Creemos que en Jesucristo, nuestro Señor crucificado y resucitado, Dios ha venido a nosotros en esa relación paterno-filial para compartir nuestra naturaleza y condición, ha vencido al pecado y a la muerte y ha ofrecido de esa manera la reconciliación de los humanos para sí mismo, recibiendo en la Cruz del Calvario el castigo que nosotros merecemos por nuestros pecados.

Creemos que Dios es Espíritu Santo y que nos concede su Santo Espíritu que actuó y actúa a favor de la salvación del mundo y de manera real y poderosa produce cambios en nuestras vidas y en quienes somos.

La Biblia es la Palabra de Dios escrita por hombres divinamente inspirados y por tanto libre de error en sus escritos originales. En los escritos que componen lo que llamamos las Sagradas Escrituras o la Biblia, Dios se da a conocer y revela su carácter y voluntad de manera progresiva de manera que Jesucristo es su Verbo, Palabra, Revelación total y definitiva. .

La Biblia es nuestra suprema autoridad en cuestiones de fe y de conducta y El Espíritu Santo que la inspiró sigue inspirando su interpretación. Interpretación que requiere una exégesis iluminada no confesional. ella misma es la norma infalible para su propia interpretación.

Creemos en la libertad religiosa lo que exige un Estado no confesional. Creemos en la separación de las iglesias y el Estado

Creemos en la separación del Estado en toda su extensión  y la religión.

Creemos que si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

Creemos en la resurrección de los muertos en la fe. En Jesucristo resucitado y que su resurrección garantiza la de los creyentes que mueren en la fe en él y que sus promesas son ciertas y eternas.

Creemos  en el llamado sacerdocio universal de los creyentes que concede a hombres y mujeres los mismos privilegios y ministerios.

RESUMEN DE NUESTROS “PRINCIPIOS”

La absoluta soberanía de nuestro Señor Jesucristo sobre todos y cada uno de los hombres y mujeres que formamos su Iglesia.

La fe personal en Jesucristo. Este es el principio supremo de toda la experiencia cristiana. Jesucristo es el único que ha recibido toda potestad en los cielos y en la tierra, por lo que posee preeminencia absoluta sobre todo lo creado. No hay otro nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos. Jesucristo es el Señor.

Las Sagradas Escrituras, como única regla de fe y práctica. En ellas hallamos la fuente inagotable de inspiración cristiana. Es en las Escrituras donde debemos examinar nuestra conciencia y donde hemos de forjar nuestro carácter y personalidad.

El derecho al libre examen de las Sagradas Escrituras, buscando siempre la dirección del Espíritu Santo. Las Sagradas Escrituras son para el pueblo, no para unos pocos, ni para una clase de personas. Pero se espera de traductores y editores de la Biblia que no sean sectaristas y utilicen los mejores textos antiguos y las mejores traducciones posibles y en el lenguaje más comprensible posible. Se espera de los exégetas e interpretes que sean especialistas en hermenéutica y a ser posible manifiesten públicamente si son discípulos de Cristo, ya que  un especialista sin la experiencia de la fe en Jesucristo puede ser tendencioso.

La imposición de una interpretación  concreta de los textos bíblicos por parte de una persona o teología conduce al sectarismo. Toda la Biblia es inspirada por Dios y a su vez es expresión múltiple   de múltiples corrientes y escritores a lo largo de siglos.

La administración congregacional de las iglesias cristianas, todos somos sujetos llamados y capacitados por el Señor para poner a sus pies los dones, ministerios  que el Espíritu Santo distribuye entre los discípulos y discípulas de Jesucristo. Rechazamos, por tanto, entre nosotros las jerarquías sistemáticas, sobre regimentadas e impersonales, por lo que entendemos y procuramos vivir la iglesia como comunidad siguiendo las huellas del Nuevo Testamento como un abrazo que reúne a niños, mujeres y varones para facilitar su desarrollo global.

La separación radical de la Iglesia y el Estado, por cuanto ésta depende del Reino de Dios –no de los reinos de este mundo- y existe para su proclamación y servicio. La historia demuestra que la unión del altar y del trono, de la cruz y la espada, jamás ha sido beneficiosa para la extensión del verdadero Evangelio, sino, por el contrario, para deformar el Evangelio y la labor y funciones de la Iglesia de Cristo.

El respeto a las autoridades civiles, siempre que no contradigan las enseñanzas del Señor en su Palabra, por cuanto hemos de ser siempre y en todo fieles a Dios antes que a los hombres. En este sentido exigimos a las autoridades civiles, entre otras que legislen sobre el derecho de La libertad de conciencia para todos los ciudadanos, procurando distinguirla de la mera tolerancia de parte de los gobernantes.

La mayordomía cristiana para el sostén de la Iglesia y su labor, con la entrega voluntaria, alegre, secreta y solemne de nuestros diezmos y ofrendas. La separación entre iglesia y estado nos lleva a rechazar la financiación del culto y los pastores por parte del estado. No obstante, exigimos al Estado y Ayuntamientos que otorguen a las iglesias los mismos derechos que a las asociaciones de utilidad pública y las fundaciones.

El culto espiritual a Dios, es decir, buscando la dirección del Espíritu Santo en consonancia con la enseñanza de las Sagradas Escrituras, procurando que nuestro culto de adoración sea sumamente gozoso, y al mismo tiempo reverente, no un teatro, salón de entretenimiento o centro de curación emocional sino que facilite nuestra alabanza a Dios, acción de gracias, arrepentimiento y confesión de nuestros pecados, intercesión por todos los cristianos y proclamación del Evangelio; y al mismo tiempo sea un culto sencillo, es decir, procurando la adoración y la oración personal en evitación del abuso de liturgias formalistas que pueden conducir a repeticiones mecánicas y vanas.

LO QUE NO SOMOS.

Hemos declarado que creemos en la libertad de conciencia y Libertad religiosa. Creemos en el respeto y tolerancia hacia cualquier otra religión e ideología si bien ello no nos impide ser críticos y si conviene estar en contra de las mismas. Pero tenemos nuestra identidad concreta. Somos Cristianos Evangélicos de Notorio Arraigo en España con raíces en la Reforma protestante del siglo XVI y tenemos comunión con las denominaciones evangélicas que se insertan en ella.

En nuestro “no somos” solo ilustramos que no pertenecemos a ciertas organizaciones con presencia en España algunas mal denominadas por si mismas como  iglesias.  Damos por sabido que no formamos parte de  la Iglesia Católica Romana, ni con los  Musulmanes o mahometanos ni con los Budistas y así un largo etc., no obstante con la intención de clarificar con el objetivo de no ser confundidos ni  con sectas, ni con otras formas religiosas y desde luego no de forma exhaustiva  precisamos que:

No somos Testigos de Jehová.

No somos mormones.

No somos Adventistas.

No somos de las iglesias de la prosperidad.

No somos “santeros”

No somo cienciología

No somos New Age

No somos espiritistas

No somos Esotéricos